Un equipo de investigación liderado por la Universidad Complutense de Madrid ha identificado, gracias a una técnica molecular en condiciones reales, a los posibles depredadores para el control biológico de la mosca del olivo, que provoca importantes pérdidas en el sector olivarero. Los resultados revelan que las arañas y las tijeretas son las mejores candidatas para controlar esta plaga.
Un proyecto de investigación del Campus de Excelencia Internacional ceiA3 y de la Universidad de Córdoba logra reducir al cincuenta por ciento la densidad de población de la mosca del olivo con un sistema biológico. Este díptero puede producir hasta el 40% de pérdida en la producción de los olivares.