A las puertas del verano las temperaturas ya están aumentando y cada vez lo harán más. El año 2015, y el mes de julio en particular, ya batió todos los récords desde que se tienen registros. Las previsiones apuntan a un incremento de las olas de calor, unidas a una mortalidad que parece pasar desapercibida pero que se lleva cada verano más de mil vidas en España.
Explicación gráfica del informe presentado en Nairobi esta semana. / Efe
En Europa la contaminación atmosférica es el mayor riesgo medioambiental individual para la salud. Reduce la esperanza de vida de las personas y contribuye a la aparición de enfermedades graves como afecciones cardíacas, problemas respiratorios y cáncer. Según un nuevo estudio publicado hoy por la Agencia Europea de Medio Ambiente, la contaminación atmosférica fue responsable en 2012 de 524.000 muertes prematuras en Europa. En España la cifra asciende a 32.000.
Fumar cigarrillos es la causa principal de casi un 50% de fallecimientos por cáncer de pulmón, bronquial, de tráquea y de laringe y otros ocho tipos de tumor diferentes, según un estudio de investigadores estadounidenses. Todo ello, pese a la reducción del tabaquismo gracias a leyes restrictivas y a campañas de información.
Un estudio publicado en el British Medical Journal revela que, en la Unión Europea, el 42% de las muertes en el año 2007 fueron causadas por enfermedades crónicas o cáncer. De ellas, una de cada cuatro muertes fue provocada por cáncer y el resto, por patologías como fallo cardíaco crónico, enfermedad respiratoria crónica, diabetes o sida.
Investigadores de la Universidad de Zaragoza desarrollan un programa de ensayos con cadáveres humanos para conocer mejor la cinemática tridimensional de la columna vertebral de los seres humanos ante los impactos. Se calcula que cada ensayo biomecánicos salva 60 vidas y evita innumerables lesiones.
El 75% de las muertes por accidente de tráfico ocurren durante la primera o segunda hora después del siniestro.
Investigadores españoles han calculado la probabilidad de muerte por accidente según el tiempo de respuesta sanitaria. La conclusión es contundente: rebajar de 25 a 15 minutos el tiempo de espera desde que se produce un accidente hasta que llegan los servicios de emergencia estaría asociado con una reducción del riesgo de muerte en un tercio.