Investigadores de Universidad Jaume I y otros dos centros europeos han demostrado por primera vez que un gas de electrones se puede acumular en nanohilos de varias capas mediante una técnica de uso comun en la industria conocida como dopaje remoto. De esta forma se ha alcanzado la movilidad electrónica más alta conocida en estos nanohilos, una propiedad muy valorada en nanoelectrónica.