Algunas especies bacterianas presentan en su interior pequeñas cápsulas de proteínas dentro de las cuales tienen lugar ciertas reacciones. Estos compartimentos son llamados encapsulinas y actúan como semiorgánulos bacterianos. Ahora un equipo de científicos ha logrado descifrar estas estructuras con técnicas de criomicroscopía electrónica, y demuestra que las encapsulinas podrían ser útiles en aplicaciones biotecnológicas como biosensores o vehículos para la liberación controlada de fármacos.