Desde el descubrimiento de América, multitud de navíos españoles cruzaron el Atlántico hacia el Caribe, pero las tormentas impidieron que muchos de ellos llegaran a la costa. Ahora, los registros históricos de sus naufragios junto a los anillos de crecimiento de pinos en los Cayos de Florida revelan que la actividad de estos ciclones pudo estar relacionada con las fluctuaciones de la radiación solar.