Como en otras ocasiones, este año el Premio Nobel de Fisiología y Medicina está dividido. La mitad ha recaído en John O´Keefe, investigador en la University College de Londres, y la otra al matrimonio noruego formado por Edvard I. Moser y May-Britt Moser, director y codirectora del Instituto Kavli de Neurociencia de Sistemas, por sus aportaciones en el descubrimiento de las células que constituyen un sistema de posicionamiento en el cerebro.
Sydney Brenner, nacido en Sudáfrica hace 87 años, fue uno de los primeros científicos en ver el modelo original que Watson y Crick hicieron de la doble hélice de ADN. Desde entonces, el experto ha hecho muchos descubrimientos seminales en los campos del desarrollo, la genética y la biología molecular, un campo que él ayudó a crear. Recibió el premio Nobel en 2002 por establecer el gusano C. elegans como organismo modelo para estudiar el desarrollo, y por su descripción de la apoptosis o muerte celular programada. Brenner fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad Pompeu Fabra el pasado abril.
Existen varias hipótesis para explicar el hecho de que las matemáticas, una disciplina de enorme relevancia en el desarrollo cultural del mundo, no estén galardonadas con el más prestigioso de los premios a la labor intelectual humana. Los más noveleros creen que la amante de Nobel le puso los cuernos con un matemático. Sería un buen cotilleo pero, en esta ocasión, la explicación menos interesante es la más probable.
La matemática iraní Maryam Mirzakhani, profesora en la Universidad de Stanford (EE UU), se ha convertido en la primera mujer que recibe la medalla Fields, considerada el Nobel de las matemáticas, "por sus avances sobresalientes en las superficies de Riemann y sus espacios modulares". Comparte el galardón con otros tres investigadores, entre ellos el primer latinoamericano que lo obtiene, el francobrasileño Artur Avila, según se ha anunciado hoy durante el Congreso Internacional de Matemáticas en Seúl, Corea.
La teoría de diseño de mecanismos de intervención económica le valió a Eric Maskin (Nueva York, EE UU, 1950) el mayor galardón que se puede recibir en su campo: el Nobel. La pasada semana, en la Universidad Carlos III de Madrid, este matemático dedicado a las ciencias sociales explicó al auditorio cómo su trabajo teórico puede aplicarse para explicar los resultados de las votaciones electorales y los efectos de la globalización. También es un estudioso de los modelos de propiedad intelectual y aboga por el código abierto.
Todos los estudiantes de Física le conocen por su libro Mecánica Cuántica, el manual de referencia para comprender la asignatura. El físico francés Claude Cohen-Tannoudji (Constantina-Argelia, 1933), premio Nobel de Física en 1997 por sus métodos para enfriar y atrapar átomos con láser, pasó este mes por el festival científico Passion for Knowledge de San Sebastián. El veterano científico habló sobre su experiencia como investigador, profesor y escritor de libros de texto.
El CERN recibirá hoy, junto a Peter Higgs y Françoise Englert, el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica "por la predicción teórica y la detección experimental del bosón de Higgs". El director general del CERN, Rolf Heuer, aceptará el prestigioso premio en representación del Laboratorio Europeo de Física de Partículas durante una ceremonia que se celebrará en el Teatro Campoamor de Oviedo.
El Foro Laureate Heidelberg es una nueva iniciativa alentada por el ejemplo de Lindau, la ciudad alemana que reúne anualmente a decenas de premios Nobel con jóvenes científicos. Como las matemáticas y las ciencias de la computación no tienen Nobel, los más sobresalientes investigadores de estas disciplinas y las jovenes promesas no podían acudir a la cita, pero el nuevo foro suple esa carencia. Entre el 23 al 27 de septiembre se ha celebrado el primer Foro Laureate Heidelberg, tambien en Alemania, donde se reunieron unos cuarenta investigadores premiados con 200 jóvenes de todo el mundo.
La Real Academia Sueca de las Ciencias ha otorgado el Premio Nobel de Química 2013 a los investigadores Martin Karplus, Michael Levitt y Arieh Warshel “por el desarrollo de modelos multiescala para sistemas químicos complejos”. Los trabajos de los tres galardonados en los años 70 son la base de las avanzadas simulaciones informáticas que se emplean hoy en química.
El descubrimiento del bosón de Higgs ha tenido una importante contribución española con la participación de más de 200 físicos e ingenieros de diez centros de investigación. Estos grupos han participado de manera significativa en la construcción, operación y mantenimiento de los experimentos ATLAS y CMS.