Un trabajo realizado por investigadores del CSIC, de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA), de la Universidad de Barcelona, de la Universidad de Columbia y de Geoscience Australia demuestra que las aguas profundas de la Antártida, ricas en CO2, fueron las responsables de la liberación a la atmósfera de gran cantidad de CO2 durante la última deglaciación planetaria, iniciada hace 17.000 años.