El investigador del CSIC Carlos Duarte ha llevado a cabo un estudio que indica que el uso de ocre rojo y conchas marinas con fines ornamentales y artísticos contribuyó al desarrollo del pensamiento simbólico y tuvo una importancia directa en la evolución humana.También asegura que la ingesta accidental de pigmentos ocres y una alimentación que incluía moluscos y otros mariscos aportaron los nutrientes esenciales para el desarrollo temprano del cerebro.