Todos los seres humanos, sin excepción, tienen ácaros. La comunidad científica desconoce como se adhieren, se transmiten y qué papel desempeñan, pero tienen la certeza de que están relacionados con ciertas enfermedades cutáneas.
Los primeros agricultores que entraron en Europa hace unos 8.000 años procedentes de Oriente Próximo se expandieron por el continente siguiendo dos rutas distintas: una hacia Centroeuropa y otra hacia la península ibérica que sigue la costa mediterránea. Un equipo de científicos ha secuenciado el genoma de una mujer neolítica a partir de un diente datado en 7.400 años, y gracias a este nuevo genoma, han podido determinar que los agricultores de la ruta mediterránea y de la ruta interior son muy homogéneos y claramente derivan de una población ancestral común.
Investigadores de la Universidad de Huelva han diseñado un algoritmo para localizar el disco óptico a partir de 1.200 imágenes recogidas en bases de datos de fondos de ojo. La precisión del resultado es el primer paso para configurar un sistema integrado que ayude a detectar patologías como la retinopatía diabética o el glaucoma.
Un nuevo estudio analiza la eficacia de un tratamiento alternativo para la uveítis, una enfermedad caracterizada por la inflamación de la úvea, la capa intermedia del ojo que se encarga de aportar la mayor parte de flujo sanguíneo a la retina. La mayor parte de estos pacientes se trata con corticoides, aunque existe un pequeño porcentaje que no responde y necesita otra terapia.
Para hacer frente a situaciones de hipoxia –deficiencia de oxígeno– que puede sufrir la tripulación en pleno vuelo existen entrenamientos que los recrean. Un grupo de pilotos e ingenieros de las Fuerzas Armadas que realizó este programa de instrucción mostró una actividad ocular diferente respecto a otro conjunto de pilotos que no participó en el entrenamiento, lo que significa que la velocidad de los movimientos oculares podría ser un síntoma de esta deficiencia.
El genio de la astronomía Galileo Galilei observó que cuando se miran algunos planetas a simple vista aparentan ser más grandes de lo que son en realidad. Ahora un equipo de la Universidad Estatal de Nueva York, liderado por un gallego, ha descubierto que una respuesta neuronal diferente a los colores claros y oscuros está detrás de este efecto visual, el mismo que hace que leamos mejor el negro sobre el blanco.
Investigadores europeos están estudiado el funcionamiento de los ojos de los insectos con el fin de diseñar y fabricar el primer ojo artificial en miniatura de superficie curvada, que será similar al de la mosca del vinagre. El proyecto Curvace, financiado por la CE, tendrá aplicaciones en campos como la automoción, la robótica móvil, la confección inteligente y medicina.
Los ojos de las hormigas y los escarabajos han inspirado a un equipo de investigadores asiáticos y de EE UU para crear una cámara digital casi semiesférica. Sus 180 elementos de imagen, parecidos a las unidades de los ojos compuestos de los insectos, ofrecen un campo de visión de 160º, según señalan en la revista Nature.