La antracnosis es una enfermedad conocida popularmente como aceituna jabonosa o vivillo, una de las más destructivas para el olivo porque puede arruinar toda la producción de aceite. Un nuevo estudio de la Universidad de Córdoba ha permitido conocer cuáles son las variedades de olivo más resistentes a esta epidemia. Los resultados demuestran que casi todos los cultivares españoles se encuentran en posiciones muy susceptibles, susceptibles o moderadamente susceptibles.
Investigadores del Centro Ifapa Alameda del Obispo, en Córdoba, han medido el intercambio de polen entre acebuches. Para ello han realizado un ‘test de paternidad’ a una selección de semillas de estos árboles con el fin de determinar si la polinización se produce con granos de ejemplares cercanos o de fuera de la zona del estudio. Los resultados revelaron que el 57% de las nuevas simientes eran de ‘padres’ de fuera del área analizada.
Un equipo internacional, con participación de la Universidad de Córdoba, ha secuenciado el genoma del olivo silvestre, conocido como acebuche, y ha hallado las singularidades genéticas que explican las altas concentraciones de ácido oleico en la aceituna. Los resultados, publicados en la revista PNAS, podrían servir a la mejora vegetal con interés productivo.
La mosca Bactrocera oleae es una de las principales plagas del olivo, un cultivo que constituye uno los pilares económicos y sociales de España, y que se ha combatido hasta ahora mediante el uso de insecticidas. Para controlar esta plaga de forma menos dañina para el medio ambiente, investigadores de la Universidad Complutense de Madrid han desarrollado una técnica molecular que identifica ADN de la mosca en el tracto digestivo de los candidatos a depredadores. Así, se aumentaría la presencia de los enemigos naturales dispuestos a alimentarse de esta especie.
La Universidad de Córdoba participa en un estudio internacional en el que Botánica y Medicina se alían para obtener datos concretos sobre los peores momentos del calendario para los alérgicos. Para establecer este umbral de alerta ante la presencia de polen se ha realizado un estudio comparativo sobre el comportamiento de los granos de polen en el aire en diferentes puntos de toda Europa.
Investigadores de la Universidad de Jaén han fabricado en el laboratorio bloques compuestos de cenizas de la combustión de restos vegetales desechadas previamente por la industria. De esta forma, se consiguen materiales reciclados y respetuosos con el medio ambiente que además presentan una mayor porosidad y menor conductividad térmica que los tradicionales de arcilla.
El agua, un recurso esencial en las plantas, puede ser un bien escaso en muchas ocasiones, por lo que muchos cultivos dependen del riego. Un nuevo estudio demuestra que la temperatura del suelo influye en la manera en la que la planta adquiere ese recurso. Según los científicos, si disminuye la temperatura del suelo, incluso con suficiente agua para satisfacer las demandas de la planta, los árboles como los olivos y los almendros tienen más dificultad para adquirir recursos hídricos.
Investigadores del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea ‘La Mayora’ (Universidad de Málaga-CSIC) han caracterizado más de 2.250 genes que regulan aspectos del desarrollo del árbol como la forma de la copa, la altura o la cantidad de las ramas. Para los expertos, el estudio supone un paso más en la creación de nuevas variedades que se adapten a las necesidades de los sistemas de cultivo actuales.
Un equipo científico de tres centros españoles ha logrado secuenciar por primera vez el genoma completo del olivo. El ejemplar tiene más de 1.300 años de antigüedad y es de la variedad Farga, una de las más importantes del este de España. Los resultados se han publicado hoy en la revista de acceso abierto GigaScience y podrían contribuir a la mejora genética de la producción de aceitunas y aceite, de gran relevancia en la economía y en la dieta españolas, dicen los autores.
Mediante la disposición de las ramas y las hojas, el olivo puede controlar la luz que llega al interior de su copa, asegurando unas condiciones lumínicas homogéneas a lo largo del día y de las estaciones. Esta cualidad, desconocida hasta ahora, se ha registrado en dos poblaciones de olivos de Madrid y Menorca, tal y como revela un estudio dirigido por la Universidad Complutense de Madrid y en el que participa la Universidad de Granada.