El omóplato de Selam, la niña Australopithecus afarensiscuyos restos se encontraron en Etiopía hace 12 años, ha servido para concluir que su especie subía y bajaba de los árboles. Los afarensis son primates extintos que se consideran ancestros bípedos del hombre. Saber que también se suspendían de las ramas hace pensar a los científicos que su actividad arbórea los alejó de los humanos.