Ovejas Soay (Ovis aries) en el archipiélago escocés de St. Kilda.
Los investigadores recogen los datos de mediciones morfológicas en la isla de Hirta.
Obtener, de forma natural, productos del ganado ovino churro como la leche y lechazos, con mayores niveles de ácidos grasos poliinsaturados, que han sido identificados como beneficiosos para la salud humana, es el objetivo del proyecto en el que llevan trabajando desde 2007 un grupo de investigadores del Área de Producción Animal de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia, de la Universidad de Valladolid.
La joven investigadora Natalia Castañares Castro ha realizado una tesis en la Estación Agrícola Experimental, en colaboración con la Universidad de León, donde se comprueba que las diferencias entre la cantidad de alimento durante su primer año de vida no influyen significativamente en la producción láctea de ovejas de raza Assaf Española. El estudio, en el que se utilizaron técnicas como el TAC o la ecografía, además de programas informáticos de análisis de imágenes, sugiere que una alimentación moderada puede mantener los niveles productivos del animal sin recurrir a una sobrealimentación, que, al precio actual de las materias primas, supone además un sobrecoste para el ganadero.
Dos grupos de investigación de la Estación Agrícola Experimental de León y del Instituto del Frío en Madrid, ambos centros del CSIC, han obtenido de forma natural leche de oveja con un alto contenido en ácido linoleico conjugado, CLA (del inglés conjugated linoleic acid), un tipo de ácido graso insaturado con potenciales beneficios para la salud de los consumidores, como el fortalecimiento del sistema inmune, efectos anticancerígenos, y la prevención de acumulación de grasas en las arterias. En concreto, los investigadores añadieron un suplemento de un 6% de aceite de soja a la dieta de las ovejas lecheras y consiguieron triplicar el contenido de este ácido linoleico.
Un grupo de investigadores de la Estación Agrícola Experimental, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en León, ha descubierto que la suplementación de las raciones de las ovejas con aceite de girasol puede llegar a triplicar el contenido de ácido linoleico conjugado (CLA) en la leche. A este ácido graso se le suponen propiedades anticancerígenas, antidiabéticas y potenciadoras del sistema inmune. La investigación, aún en fase experimental, puede aportar un valor añadido a las explotaciones que busquen un producto final de calidad.