Un investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos ha liderado un estudio sobre la importancia del precúneo, la zona media de la corteza parietal superior, que resulta clave para integrar informaciones sobre el cuerpo y sobre el ambiente exterior.
Un artículo publicado en la revista American Journal of Physical Anthropology describe por primera vez la geometría del hueso frontal en el género humano y cuantifica la forma de la curva de dicho hueso en poblaciones modernas y extintas para constatar que los primeros individuos de Homo sapiens ya tenían una forma de la frente parecida a la de los humanos actuales.
Según un estudio del CENIEH, la particular curvatura de la superficie parietal en el Homo sapiens se relaciona con la evolución de las áreas cerebrales, que en nuestra especie podrían haber impulsado un cambio importante en la organización neural y cognitiva.
Gracias a la modelización digital, los expertos en investigación cerebral pueden estudiar la dispersión del calor en la cavidad endocraneal de distintas especies homínidas actuales y fósiles. Este método, desarrollado por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, se presenta en el encuentro internacional BRAIN 2011, en Barcelona.
Emiliano Bruner, investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), acaba de publicar en la revista Intelligence un artículo que cuantifica la influencia de la geometría cerebral en las capacidades cognitivas. Se trata de una información relevante para comprender la biología de nuestro sistema nervioso y cognitivo.
Un nuevo trabajo, llevado a cabo por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) y portada de la revista American Journal of Human Biology de enero de 2011, ha estudiado la evolución del sistema nervioso central en paleontología humana. Mediante la utilización de técnicas digitales y modelos numéricos, se analiza la vascularización y termorregulación cerebral en los humanos modernos y en los homínidos fósiles.
El responsable del grupo de Paleoneurobiología de los Homínidos del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), Emiliano Bruner, concluye que sólo dos partes de las que componen nuestro cerebro mantienen una estrecha relación con los cambios anatómicos que experimentan: las áreas frontales y parietales. Las primeras controlan cuestiones como la cognición y nuestras capacidades psicológicas. Las segundas dan una visión del mundo en el que vivimos y de nuestra relación con él.