La lengua de los gatos está cubierta de espinas puntiagudas llamadas papilas, cuya función precisa era un misterio. Ahora, un equipo de investigadores ha estudiado las lenguas de seis especies de félidos y revela por primera vez la existencia de una cavidad interna en cada papila que recoge la saliva de la boca y la distribuye en el pelaje a través de los lametazos.