Las altas concentraciones de ungulados en las fincas de caza mayor podrían suponer una amenaza para las poblaciones de perdiz roja, según alerta un nuevo estudio realizado en Córdoba. La intensificación agrícola en sus zonas de cría, el deterioro del hábitat y la exposición a biocidas, son algunos de los factores que más afectan a esta especie, que en los últimos tiempos ha perdido el 33% de su población.