El bajo contenido en materia orgánica de algunos suelos obliga a los agricultores a utilizar residuos orgánicos para aumentar su fertilidad y lograr mejores cosechas. De forma simultánea, necesitan aplicar pesticidas para combatir los insectos, los hongos o las malas hierbas. El Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca ha estudiado el efecto de combinar diversas enmiendas orgánicas con varios pesticidas, que pueden causar problemas de contaminación si no se aplican en su justa medida.
Un equipo de invastigadores del CSIC y de la Universiad de La Rioja han descubierto un nuevo abono orgánico a base de hongos que hace más lenta la degradación de los fungicidas. El objetivo, dicen los investigadores, es disminuir el riesgo de contaminación de suelos y aguas del entorno
El Proyecto del Genoma de los 5.000 insectos mejorará el conocimiento de la biología de estos animales para poder transformar la capacidad de aquellos que ponen en riesgo la salud humana, el suministro de alimentos y la seguridad económica. Así lo recoge una entrevista a cuatro de los diez miembros del grupo en American Entomologist.
El grupo de investigación de la Universidad Pablo de Olavide, dirigido por la investigadora Ana Paula Zaderenko, ha patentado un nuevo procedimiento de obtención de nanopartículas de metales que permite fabricar sensores capaces de detectar contaminantes orgánicos como los pesticidas.
Un laboratorio valida cerca de 290 plaguicidas en 24 horas.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con otras 8 universidades europeas, han estudiado los efectos de los pesticidas utilizados en agricultura en la pérdida de biodiversidad y su interferencia en una posible recuperación.
Once años después de la ruptura de la mina de pirita de Aznalcóllar, en el norte del Parque Nacional de Doñana (Huelva), la contaminación derivada del vertido parece superada. Sin embargo, investigadores españoles han evaluado la calidad ambiental del entorno del Parque con cangrejos de río como bioindicadores. Esta metodología, pionera en el mundo, demuestra que los contaminantes procedentes de la agricultura intensiva que se desarrolla cerca del Parque son la principal amenaza en esta Reserva de la Biosfera y afectan ya a los arrozales de la Puebla del Río y del Matochal.