Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con otras 8 universidades europeas, han estudiado los efectos de los pesticidas utilizados en agricultura en la pérdida de biodiversidad y su interferencia en una posible recuperación.
La Unión Europea (UE) viene aplicando desde los años noventa políticas para reducir los dramáticos efectos sobre la biodiversidad que genera el uso de productos fitosanitarios en la agricultura. A pesar de ello, un reciente estudio de ámbito europeo ha demostrado que los insecticidas y fungicidas aplicados en tierras de labor todavía ejercen un efecto devastador sobre las especies silvestres de plantas y animales que pueblan nuestros campos.
Investigadores del Grupo de Ecología Terrestre de la Universidad Autónoma de Madrid han estudiado, junto a otras 8 universidades europeas, los efectos de la agricultura intensiva sobre las especies silvestres y sobre el potencial de control biológico de plagas en cultivos de cereal. La investigación ha mostrado que una duplicación de los rendimientos en cosecha se asocia con la pérdida de la mitad de las especies de plantas y de un tercio de las especies de escarabajos y de aves. Además, se detectaron efectos significativamente negativos en la capacidad de control biológico de plagas en los campos estudiados, medida como la proporción de pulgones experimentalmente introducidos que fueron eliminados por los depredadores naturales.
La intensificación de la agricultura comprende distintos componentes a variadas escalas espaciales. Al nivel de cada campo de cultivo, se ha incrementado la aplicación de fertilizantes químicos y productos fitosanitarios, así como la intensidad de laboreo. Al nivel del paisaje agrario, la intensificación ha provocado en muchas zonas una pérdida de diversidad, ligada a la desaparición de setos, linderos, ribazos y otros elementos paisajísticos no productivos.
En 9 zonas de estudio distribuidas por toda Europa, los investigadores midieron 8 variables paisajísticas y 13 variables relativas a la gestión de las explotaciones agrarias y sus parcelas. Un completo análisis estadístico identificó las dosis de productos insecticidas y fungicidas aplicados como las variables más negativas para la diversidad de especies de plantas, escarabajos y aves, y para el potencial de control biológico de plagas de pulgón.
Las explotaciones en agricultura ecológica y aquellas que aplican medidas agroambientales, en las que no se usan pesticidas dañinos o se aplican en menor cantidad, mostraron un mayor número de especies de plantas y de escarabajos que las explotaciones convencionales. Sin embargo, este efecto positivo no se detectó sobre las especies de aves, que al igual que las de mamíferos, mariposas y otros insectos polinizadores, utilizan grandes áreas de campeo. Ello sugiere que los efectos negativos de la aplicación convencional de pesticidas pueden extenderse a los campos vecinos, aunque éstos se gestionen de un modo ambientalmente más respetuoso.
El estudio, publicado en Basic and Applied Ecology, concluye que a pesar de la aplicación desde hace décadas por parte de la UE de políticas para la erradicación de los pesticidas más perjudiciales, persisten sus efectos negativos sobre la biodiversidad y las oportunidades para el control biológico de plagas. Los objetivos de preservación y restauración de la diversidad biológica asociada a la agricultura europea, y de los servicios ambientales que la misma ofrece, sólo podrán alcanzarse por medio de la extensión a gran escala de métodos de gestión agrícola que impliquen un uso mínimo de productos fitosanitarios.
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