Un gen suicida, denominado 'gen E', procedente de colífagos, es capaz de inducir muerte en las células en las que se expresa. Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han demostrado la eficacia de este sistema no sólo in vitro (utilizando cultivos de células tumorales), sino también in vivo, mediante el uso de animales de experimentación en los que fueron inducidos este tipo de tumores.
Los hallazgos de estos estudios, publicados hoy en la revista Nature, muestran una visión única de la lucha entre los mecanismos de mutación y reparación del ADN que suceden cuando la enfermedad progresa. Los investigadores confirman cómo el medio ambiente influye en la progresión del cáncer, y señalan las posibles vías de reparación que intentan limitar el daño.
Han empleado dos biomateriales de fibrina y agarosa y, posteriormente, la han integrado en ratones atímicos, obteniendo unos niveles óptimos de desarrollo, maduración y funcionalidad. Este descubrimiento podría ser útil en el tratamiento de diferentes patologías que afectan la normalidad de la piel.
El grupo de investigación liderado porMarcela del Río y Fernando Larcher, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER), ha colaborado con un equipo francés del INSERM para regenerar con éxito la piel humana a largo plazo en un modelo preclínico de ratón. Este logro podría ser una alternativa de intervención para grandes quemados.
Dispositivos de la ‘nariz electrónica’.
Los antioxidantes de los frutos rojos pueden prevenir los daños en la piel provocados por los rayos ultravioleta
Un iceberg que se desprende del glaciar de la Antártida y que navega a la deriva muestra al cabo de una década más vida de la que podamos imaginar en ese solitario escenario. La fusión entre el agua dulce que se desase del témpano y el agua de mar, una situación similar a la desembocadura de un río, hace que proliferen microalgas en las capas del iceberg formando una peculiar “piel del hielo”. Pero el aumento de la temperatura de los océanos podría acabar con el iceberg antes de que el fitoplancton se forme a su alrededor.
Dos investigadoras del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han estudiado en ratones la Xerodermia pigmentosa, un síndrome de sensibilidad a la radiación ultravioleta (UV), que ilustra cómo la disfunción de las células troncales de la piel está asociada al cáncer. La investigación ayudará también a conseguir el mejor tratamiento de otros tipos de cáncer de piel.