Los montes de la Cordillera Cantábrica que comparten las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria y Castilla y León albergan entre 3.000 y 3.500 especies o subespecies de plantas vasculares, esto es, aquéllas que tienen tallo (desde una margarita a un roble). Así lo estima una tesis doctoral titulada "Biología de la conservación de plantas vasculares en la Cordillera Cantábrica", de Borja Jiménez-Alfaro. De ellas, 135 plantas son endémicas, lo que sitúa la biodiversidad de la zona en parámetros similares a los Alpes o los Pirineos. Sin embargo, esta variabilidad vegetal es vulnerable. El experto considera que 20 están en amenaza de extinción. En la actualidad se preservan la mitad en el Banco de Germoplasma del Principado de Asturias.