Investigadores de la Universidad de Extremadura han comprobado que los niveles de polen de ciertas plantas, como las gramíneas o las cupresáceas, se pueden disparar antes o después del momento álgido de la floración. La “resuspensión” del polen y su dispersión a largas distancias están detrás de este fenómeno, de gran interés para predecir las alergias.
El captador de polen usado en el estudio se localiza en la Escuela de Ingenierías Agrarias (UNEX), en Badajoz.
Si hablamos de una persona que tiene un fallo en su sistema inmunológico y es atacado por sustancias que en principio no son nocivas para el ser humano, probablemente no caigamos en la cuenta de que nos referimos a los alérgicos que, como cada año, esta primavera vuelven a ponerse de moda.