El ratón de campo es de las pocas especies de roedores que utilizan el gancho que tienen en la cabeza de los espermatozoides para formar 'trenes' colaborativos que aumentan su velocidad de nado hasta el óvulo. Pero no es así en todas las especies. Según investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales, la habilidad de los espermatozoides para crear estas uniones no está relacionada con la competencia espermática que se produce como resultado de la promiscuidad femenina.
Las investigaciones realizadas en el Hayedo de Montejo por científicos de la ETSI de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) demuestran que los ratones de campo transportan bellotas a distancias lejanas, hasta los 130 metros, y las ocultan bajo el suelo o entre la hojarasca. Muchas de ellas quedan olvidadas y favorecen así la dispersión y regeneración natural de los robles.