Un equipo europeo, con la participación de CIC nanoGUNE, ha comprobado que al tensionar y relajar un material se genera un efecto similar al del campo magnético que sirve para refrigerar. De esta forma han creado una tecnología de refrigeración magnética, en lugar de la clásica por gas, de menor impacto ambiental.
La portada del número del Journal of the American Chemical Society recoge un trabajo desarrollado por el investigador Marco Evangelisti del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (CSIC-UNIZAR) sobre materiales para la refrigeración magnética.Los conocidos freones que se utilizan hoy podrían ser sustituidos por materiales magnéticos no contaminantes y que respetan la capa de ozono.