Las hembras de estos extraños roedores producen óvulos y son fértiles durante toda su longeva vida. Un equipo de científicos en EE UU analiza sus mecanismos biológicos para poder aplicarlos a la mejora de la salud humana.
Científicos del Centro de Investigación del Cáncer han descubierto en ratones que el gen HSF2BP es responsable de una forma de insuficiencia ovárica, una de las principales causas de infertilidad femenina. Este fallo prematuro de los ovarios afecta a entre el 1 y el 3 % de las mujeres menores de 40 años.