El impacto del envase sobre las emociones del consumidor de cerveza es mayor que el que ejercen las propiedades sensoriales del propio producto. Además, las botellas con más alcohol evocan emociones como agresividad y aventura, frente a la tranquilidad que transmiten las que tienen menos. Así lo refleja un estudio europeo en el que ha participado la Universidad Politécnica de Madrid.