Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), con el apoyo del CDTI y de la Real Academia de Ciencias, han creado AIsoy 1, un robot que percibe, se emociona y toma decisiones. El aparato ha sido seleccionado como finalista del premio de la Decision Analysis Society de la INFORMS, la sociedad americana de Investigación Operativa.
Los robots inteligentes que salen en las películas tienen poco que ver con la realidad. Sin embargo, es un hecho que la tendencia de la robótica actual es crear máquinas independientes en la medida de lo posible. En esta línea un grupo de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha proporcionado a un robot la capacidad de ver puertas e identificar los pomos, una aportación al reto de crear máquinas conscientes.
Además de labores industriales, como vienen realizando desde su origen, los robots pueden facilitar el trabajo de los seres humanos en cualquier ámbito. Buen ejemplo de su potencial es el proyecto Robauco (Robots autónomos y cooperantes), en el que ocho universidades y centros de investigación de todo el país, entre ellos la Fundación Cartif de Valladolid, han desarrollado robots capaces de cooperar con equipos de rescate en situaciones de emergencia.
El futuro de la fabricación y automatización se asienta sobre dos pilares básicos: la maquinaria portable y la robótica cooperativa, según ha quedado demostrado en la última Bienal de Máquina-Herramienta (BIEMH), celebrada en el recinto ferial BEC de Bilbao. La Unidad de Sistemas Industriales de Tecnalia mostró sus últimos avances tecnológicos.
La inspección de productos industriales, el guiado de robots o el control del tráfico son sólo algunas de las aplicaciones de los sistemas de visión artificial. El Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad de Valladolid la emplea también en el campo de la metrología, la disciplina que se ocupa del estudio de los sistemas de medidas. La visión artificial puede alcanzar una precisión por debajo de la centésima de milímetro, lo que le hace ser un sistema atractivo para su implantación en industrias como la del automóvil.
Iván Villaverde, miembro del Grupo de Inteligencia Computacional de la Facultad de Informática de la UPV/EHU, ha aplicado por primera vez a robots móviles unos algoritmos que se utilizan, entre otras, en el análisis de imágenes hiperespectrales. Con esta aplicación, su propósito es que los robots mejoren su capacidad de localización espacial y sus recursos para detectar el entorno.
Un grupo de estudiantes de la Escuela Politécnica Superior de Castelldefels (EPSC) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), dirigidos por el profesor Joshua Tristancho Martínez, está diseñando un minirobot en forma de bola llamado PicoRover para enviarlo a la Luna. El robot lleva una cámara incorporada, que enviará imágenes de la superficie lunar hacia la Tierra. Este grupo es el único del Estado que compite en el Google Lunar X Prize, la primera iniciativa privada para conseguir imágenes del satélite.