Cada año, la grulla común abandona antes las zonas de invernada de la península ibérica debido al aumento de la temperatura y la escasez de agua. Esta es la conclusión principal de un estudio que ha analizado las fechas de paso de estas aves en los últimos 50 años en la Laguna de Gallocanta, en Aragón, una de las zonas de invernada más importantes de Europa.