Investigadores de la Universidad de Salamanca, en colaboración con los pediatras de las provincias de Zamora y Salamanca, estudian la detección precoz del autismo a través de un programa de cribado que ya ha incluido a 11.500 niños en los últimos ocho años, convirtiéndose en el tercero más grande que se ha realizado en Europa y uno de los más eficaces del mundo. Con esta larga experiencia, que continúa en marcha, una de las conclusiones de los científicos es que realizar un seguimiento del desarrollo en diferentes edades resulta más efectivo que realizar una sola prueba.