Mientras salimos de una crisis sanitaria global cuyas consecuencias han sido paliadas en cierta medida por nuestra conexión con los museos, el cine o la literatura, un creciente número de investigaciones comienza a constatar lo que muchos artistas siempre han sabido: que las artes son capaces de sanar.
A lo largo de la historia a las mujeres se les han sobrediagnosticado dolencias y síndromes ya descartados, principalmente psiquiátricos, desde la histeria a la ninfomanía. Este retrato distorsionado, que vivió una edad de oro en el siglo XIX, se ha cuestionado en las últimas décadas por la comunidad investigadora.
Un estudio con datos de 749 ciudades estima que cumplir con las recomendaciones de la OMS permitiría evitar más de 3.600 muertes por cardiopatía isquémica cada año. El porcentaje de población expuesta a niveles superiores a lo recomendado oscila entre el 29,8 % de Berlín y el 86,5 % de Viena, pasando por el 43,8 % de Madrid o el 60,5 % de Roma.
Cualquier enfrentamiento bélico tiene unas consecuencias terribles para la salud de la población y dura generaciones. Al número de muertes, heridas graves y problemas psicológicos, hay que sumarle la pérdida de recursos sanitarios que origina. Esto afectará durante años al bienestar y progreso de la sociedad.
Los que trabajan en zoonosis ya lo sabían desde hace décadas: todo está interconectado en materia de salud. En España, la reciente aprobación del Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente reconoce esta realidad, pero considerando la pandemia, es conveniente que la epidemiología ambiental y la vigilancia sanitaria sobre los animales sea tarea prioritaria.
Casi dos millones de los fallecimientos prematuros debidos a la contaminación del aire a escala global podrían atribuirse al consumo de bienes de consumo en los países del G20, según un estudio con datos de 2010 y el efecto de las partículas contaminantes PM 2,5. Los resultados ayudan a comprender la responsabilidad de los consumidores de unas naciones en otras.
El último informe de Lancet Countdown sobre salud y cambio climático, basado en 44 indicadores y realizado por 93 expertos mundiales, concluye que el calentamiento global tiene efectos directos sobre el bienestar humano y alerta sobre la necesidad de “acelerar acciones que pongan a la salud de las personas y del planeta como principal prioridad”.
Países de todo el mundo deben establecer compromisos climáticos nacionales ambiciosos si quieren conseguir una recuperación económica duradera que sea saludable y respetuosa con el medioambiente. El personal sanitario mundial ha compartido una carta abierta en la que instan a los gobiernos a que actúen contra el cambio climático, para evitar una catástrofe sanitaria mundial.
La investigadora madrileña había trabajado en los videojuegos y la moda hasta que la Fundación Bill y Melinda Gates la fichó. Su experiencia en modelos de machine learning y de predicción del comportamiento servirá para mejorar las apps de aprendizaje que usan las matronas en países con menos recursos. El objetivo es reducir las muertes de madres y bebés durante el embarazo y el parto.
Los desarrollos biomédicos creados por equipos de mayoría femenina tienden a resolver problemas que afectan de manera específica a las mujeres, según publica un estudio en Science. El trabajo alerta sobre los obstáculos que limitan la participación femenina en el sistema de innovación y el problema que supone trabajar en equipos poco diversos.