Un artículo de la revista Ecology recoge datos de todos los continentes sobre producción de biomasa y su relación con el secuestro de carbono. En el estudio participa por España el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA, centro del CSIC), que ha realizado investigaciones sobre varias especies arbóreas en las provincias de Salamanca y Burgos.
El aumento global de CO2 en la atmósfera podría estimular el crecimiento de los bosques, lo que podría paliar, al menos parcialmente, el calentamiento global inducido por las emisiones de este gas de efecto invernadero.
El océano captura y almacena gran parte del dióxido de carbono generado por la actividad humana, mitigando de esta manera los efectos del cambio climático. Sin embargo, la capacidad de almacenamiento del océano no es ilimitada y hasta el momento no era posible estimarla con precisión. Ahora, un grupo internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado una red de observación con barcos comerciales, que participan de forma voluntaria, para precisar la cantidad de CO2 absorbida por el océano e identificar las principales regiones que actúan como sumideros de carbono.