Un estudio de la Universidad del País Vasco, en siete tumbas megalíticas de La Rioja y Álava, sugiere que las poblaciones neolíticas excluían de los enterramientos a determinados individuos por criterios de edad y de sexo. El sesgo identificado afecta casi sistemáticamente a los niños menores de cinco años, pero también a ciertos adultos, sobre todo mujeres.