Esta relación entre algunos corales y sus algas fotosintéticas se remonta al menos al Devónico. Se trata de un dato importante para comprender los primeros ecosistemas de los arrecifes.
Más de 200 científicos han recopilado datos de más de un millón de bosques, con un total de 28.000 especies de árboles. Los datos estarán disponibles y permitirán incorporar las simbiosis arbóreas en los estudios sobre cambio climático.
En las profundidades de la costa oeste de Sudáfrica, una bióloga de la Universidad de Ciudad del Cabo ha descubierto una nueva especie de cangrejo ermitaño, cuya casa está formada por anémonas, una situación que beneficia a ambos seres vivos. El Paragiopagurus atkinsonae, protagonista de #Cienciaalobestia, es un crustáceo muy peculiar con una deformidad en su pinza derecha que diferencia a los machos de las hembras.
Un estudio, publicado en la revista PNAS y realizado en España, ha identificado por primera vez dos tipos opuestos de simbiosis entre las hormigas y los pulgones. Además de la relación mutualista clásica en la que ambos animales se benefician, el equipo de investigación español describe también un comportamiento agresivo de algunos individuos de pulgón hacia las hormigas.
Una investigación liderada por la Universidad de Valencia revela el proceso por el cual las cucarachas en lugar de eliminar el ácido úrico lo reciclan para obtener nitrógeno.
Publicar un libro sobre el árbol de la vida supone una aventura. Un reto al que se han enfrentado dos investigadores del CSIC, Pablo Vargas del Real Jardín Botánico y Rafael Zardoya del Museo Nacional de Ciencias Naturales, que han coordinado el trabajo de más de medio centenar de científicos especialistas en los distintos grupos de seres vivos.
Fue una de las principales contribuyentes a la biología evolutiva del último siglo. Sus trabajos con bacterias, a las que llevó desde un lugar marginal en la investigación de sus días hasta el centro mismo de la hoja de ruta de la evolución, sacudieron los cimientos de la disciplina. Su probada brillantez llevaba aparejada una fama, también merecida, de excéntrica polemista.
Un equipo de investigación internacional ha aportado pruebas de que la relación simbiótica entre termitas y hongos es mucho más compleja y diversificada de lo que se creía. Los datos confirman que, en la mayoría de los casos, no tiene lugar una evolución conjunta. En África, el 90% de los daños que las termitas provocan a las cosechas es obra de especies que cultivan hongos. Por ello, es esencial conocer el modo de transmisión de los hongos simbiontes entre estos insectos anfitriones.