La cubierta vegetal desaparece o se reduce drásticamente después de un incendio forestal. Esto provoca que el suelo quede sin protección frente a la lluvia lo que incrementa el riesgo de erosión del suelo, un problema con frecuencia asociado a los incendios. Dependiendo de las condiciones ambientales y de las propiedades del fuego, es posible que en el suelo se generen mecanismos de hidrofobicidad o repelencia al agua que se mantienen varios años después.
El agua, un recurso esencial en las plantas, puede ser un bien escaso en muchas ocasiones, por lo que muchos cultivos dependen del riego. Un nuevo estudio demuestra que la temperatura del suelo influye en la manera en la que la planta adquiere ese recurso. Según los científicos, si disminuye la temperatura del suelo, incluso con suficiente agua para satisfacer las demandas de la planta, los árboles como los olivos y los almendros tienen más dificultad para adquirir recursos hídricos.
Las plantas pueden crecer más rápido a medida que aumentan las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera, pero solo si tienen suficiente nitrógeno o si se asocian con hongos que las ayudan a conseguirlo, según una nueva investigación publicada en la revista Science, liderada por un español en Londres.
El aumento de temperaturas y precipitaciones beneficia al arbusto Spartium junceum, una planta invasora que se plantó hace décadas en los arcenes de la autopista que rodea al Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid demuestra cómo la planta perjudica a un arbusto autóctono del parque, incluso aunque esta se erradique.
Un vertido mucho mayor que el del Prestige liberó en Aznalcóllar un 25 de abril de hace 18 años dos millones de metros cúbicos de lodos tóxicos ricos en metales pesados y cuatro de aguas ácidas, dejando a su paso un rastro de destrucción en las cuencas de los ríos Agrio y Guadiamar. Los estudios para evaluar los daños en el suelo, vegetación y fauna del lugar no han tenido tregua desde entonces. Mientras, la mina se prepara para su reapertura en 2018.
Científicos de varias instituciones españolas han comprobado que la cáscara de almendras favorece el desarrollo de ciertas bacterias implicadas en la producción de antibióticos que retrasan o inhiben el crecimiento de hongos en árboles de aguacates. Estas sustancias reducen o eliminan la actividad del microorganismo que pudre la raíz de estos árboles.
El incremento de aridez predicho para finales de siglo XXI por los efectos del cambio climático disminuirá la abundancia y diversidad de las comunidades microbianas del suelo en las zonas áridas de la Tierra. Así lo sugiere un estudio internacional liderado por investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos, que advierte sobre las posibles consecuencias negativas para la fertilidad del suelo en estas zonas secas.
Un trabajo del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA-CSIC) en viñedos de La Rioja muestra que es posible predecir el comportamiento de los pesticidas en los suelos cuando se añaden residuos para mejorar el contenido en materia orgánica. Los investigadores han utilizado un modelo matemático que hasta ahora no se había aplicado nunca con un condicionante cada vez más habitual en la agricultura: la convivencia de los productos fitosanitarios con las enmiendas orgánicas que se emplean en los terrenos de cultivo.
Los pollos de los petreles abandonan el nido de noche, pero los primeros vuelos de estas aves marinas hacia el mar se ven entorpecidos por la luz de las ciudades. Muchos colisionan o caen al suelo donde son vulnerables a atropellos y predadores. Ahora, un estudio ha evaluado el impacto de la contaminación lumínica en tres especies de petreles en las islas Baleares, incluyendo a la pardela balear, el ave marina más amenazada de Europa, y concluye que entre el 30 y el 47% de las colonias están expuestas a niveles altos de contaminación lumínica.
Para dotar a los agricultores y demás agentes de una herramienta para evaluar el impacto de sus prácticas agrícolas sobre la salud de sus cultivos y suelos, el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario NEIKER-Tecnalia ha creado las nuevas ‘Tarjetas de Salud de los Ecosistemas Agrícolas-TSEA’. Estos manuales son una versión mejorada de las tarjetas creadas en los años 80 por el departamento de Agricultura de Estados Unidos.