¿Quién vive en nuestros suelos? Existe una inmensa diversidad de comunidades microbianas que controlan procesos clave en el desarrollo de los ecosistemas y de la vida cotidiana. Una investigación internacional, liderada por la Universidad Rey Juan Carlos, ha creado una lista de 500 especies de bacterias abundantes en suelos de todo el mundo.
El agua puede provocar zanjas en la superficie del suelo afectando sobre todo a los terrenos áridos de la región mediterránea. Un equipo de la Universidad de Córdoba ha analizado los efectos de la precipitación y la cubierta vegetal para predecir la aparición de las llamadas cárcavas, que se están convirtiendo en una de las principales preocupaciones de los agricultores.
Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha analizado los patrones globales de las comunidades bacterianas que habitan en los suelos en 21 países diferentes, utilizando por primera vez secuencias de ADN del suelo. Los resultados permiten catalogar estos organismos y proporcionan información para responder a desafíos globales como el cambio climático.
En la Antártida, los pingüinos actúan como bioacumuladores y biotransportadores de elementos químicos contaminantes desde los ecosistemas marinos a los terrestres. Altas concentraciones de metales pesados en suelo antártico ponen en riesgo la salud ambiental del entorno. La actividad humana parece tener su parte de responsabilidad. Así lo describen investigadores del Instituto Cavanilles de la Universidad de Valencia en un artículo publicado en la revista PLoS ONE.
Un estudio pluridisciplinar coordinado por el Instituto Pirenaico de Ecología ha analizado el contenido de diferentes contaminantes en suelos del entorno del vertedero de Bailín (Sabiñánigo, Huesca). Los científicos observaron que las lombrices facilitan la extracción de residuos de la fabricación del insecticida lindano, reduciendo, además, la toxicidad de los suelos.
Investigadores de la Universidad de Málaga han plasmado por primera vez sobre la cartografía de Europa el potencial de los suelos para albergar biodiversidad, así como las amenazas a las que se enfrentan. Esta herramienta, que se podrá consultar y descargar en la web de la Agencia Europea de Medio Ambiente a partir de agosto, pretende asesorar a las instituciones en la toma de decisiones y gestión de este recurso natural.
Los suelos actúan de sumidero del CO2 que se emite a la atmósfera por la quema de combustibles fósiles, pero aún es difícil determinar la cantidad de carbono que se almacena en la superficie terrestre. Un nuevo estudio, que cuenta con la participación de la Universidad Rey Juan Carlos, revela que el almacenaje de carbono actual podría estar influenciado en mayor medida por el clima del pasado que por el clima actual.
Un equipo de científicos españoles ha hallado tres nuevas especies de nematodos de la familia Aporcelaimidae en Vietnam. A pesar de su pequeño tamaño, estos gusanos predadores se caracterizan por ser relativamente grandes respecto a la mayoría de nematodos que viven en el suelo, ya que pueden alcanzar cuatro o cinco milímetros de longitud.
Investigadores de las universidades de Sevilla y Córdoba han comprobado el incremento en la producción y calidad del grano de maíz cuando el abono orgánico se aplica directamente sobre la hoja y planta del cultivo. Los biofertilizantes, obtenidos a partir de lodos de depuradora, contienen unas sustancias orgánicas que permiten que la planta pueda absorber mejor los nutrientes y así crecer mejor.
Un equipo internacional, con participación de la Universidad Politécnica de Madrid y de la firma española Agresta, ha elaborado una serie histórica de los cambios de uso del suelo en Costa Rica, que ha permitido definir los indicadores de deforestación y degradación ambiental de ese país. La investigación se ha llevado a cabo en el marco de programa REDD de la ONU que promueve incentivos positivos a los países tropicales para que protejan sus recursos forestales.