Un provocativo estudio ha generado titulares en los que se afirma que dos terceras partes de los tumores se deben a la “mala suerte”. El mensaje tiene un riesgo: que se subestime el valor de la prevención. Instituciones y científicos de medio mundo publican ahora seis cartas criticando el trabajo. Los autores se defienden.
Ni más accidentes de tráfico, ni peores noticias, ni más ingresos en urgencias. Numerosos análisis prueban que la extendida superstición hacia un día como hoy carece de cualquier sustento científico. Los medios de comunicación y el miedo a la incertidumbre de la vida aumentan la influencia de esta creencia, importada de Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial.