Ingenieros del MIT han desarrollado un tipo de sutura que puede contener sensores, medicamentos o células que liberen moléculas terapéuticas. El equipo se ha inspirado en una antigua técnica romana que usa tejido animal, forma nudos fuertes en el cosido y se disuelve naturalmente en 90 días. Podrá ser especialmente beneficiosos para pacientes operados del intestino y en otras cirugías.