Una nueva herramienta de captura y recaptura espacial permite caracterizar y monitorizar con precisión poblaciones de pequeños mamíferos, como las de topillo campesino. El nuevo estudio aporta con este método datos ecológicos importantes, pero también a nivel de gestión, ya que estos animales generan grandes problemas agrícolas y de salud pública en momentos de plaga.
Los insectos herbívoros suelen tener problemas de adaptación a las plantas invasoras. Sin embargo, investigadores británicos han documentado durante más de 30 años el caso de Euphydryas editha en una zona de Nevada en EE UU. Estas mariposas se adaptaron tan bien a una nueva planta, llegada de la mano de ganaderos, que cuando los humanos abandonaron el lugar y este vegetal dejó de crecer la comunidad de mariposas se extinguió. Se trata del primer estudio sobre este tipo de trampa evolutiva.
Con el objetivo de evitar la expansión del mosquito tigre, uno de los principales portadores del virus del Zika, la Universidad Complutense, junto a otras instituciones, ha empezado a colocar trampas en unos 200 puntos de la Comunidad de Madrid. El proyecto, coordinado por la Consejería de Sanidad, pretende vigilar así la entrada de este insecto procedente del Mediterráneo.
Un equipo internacional de arqueólogos liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha documentado cerca de Moscú una serie de cercos y trampas de pesca de más de 7.500 años de antigüedad. Los aparejos hallados, de los más antiguos de Europa, presentan una gran complejidad técnica. Su estudio permitirá conocer el papel de la pesca en las poblaciones europeas de inicios del Holoceno (hace 10.000 años), especialmente en aquellas zonas cuyos habitantes no practicaron la agricultura hasta casi la edad del hierro