Investigadores de la Universidad de Columbia (EE UU) han detectado un área del cerebro, el llamado subcampo CA1, que está implicado en las fases más tempranas de la esquizofrenia y de los trastornos psicóticos relacionados. Los descubrimientos pueden ayudar a predecir la progresión de la enfermedad y desarrollar fármacos más específicos para su tratamiento.