Los primeros cetáceos pasaban tiempo tanto en el agua como en la tierra y su sistema auditivo era más parecido al de sus parientes terrestres –como cerdos, hipopótamos y camellos– que al de las ballenas actuales. Así lo asegura una nueva investigación, que ha analizado restos fósiles de 45 millones de años de antigüedad. Según los científicos, la especialización de la audición infrasónica o ultrasónica, tal como se observa en las especies modernas, evolucionó cuando se volvieron totalmente acuáticas.