Parecían un montón de piedras más en el castro de Ulaca (Ávila) pero en los últimos años, con técnicas geofísicas y de fotogrametría aérea, investigadores de las universidades Politécnica y Complutense de Madrid han descubierto que posiblemente sean los restos de una antigua atalaya. Desde ella se pudo controlar este gran poblado vetón, aunque la localización privilegiada del edificio y su proximidad a manantiales también hace pensar en una función política y religiosa.