Más de 40 artículos en las distintas revistas del grupo Nature presentan hoy los resultados parciales del ambicioso proyecto de mapear los 37 200 millones de estas unidades fundamentales de la vida. Una tarea compleja que requiere combinar técnicas de genómica e inteligencia artificial para estudiar con gran resolución las firmas moleculares de un amplio abanico de células, como las que forman la placenta.
Investigadores de EE UU han descubierto que otro tipo de células del cerebro, los astrocitos, forman redes que regulan los circuitos de la memoria en estrecha colaboración con las neuronas. La investigación cambia lo que se sabía hasta ahora de la formación de recuerdos y sobre el abordaje de patologías como el alzhéimer o el estrés postraumático.
¿El matrimonio ‘protege’ nuestra salud mental? Varios estudios ya han asociado estar soltero con una mayor probabilidad de desarrollar síntomas depresivos. Una investigación a gran escala revela ahora que esta vulnerabilidad afecta especialmente a los hombres con estudios superiores de los países occidentales. El consumo de alcohol y tabaco aumenta la amenaza.
El grupo Nature publica hoy un paquete de artículos en varias de sus revistas que en conjunto supone un análisis sin precedentes sobre el cáncer y que da un giro a lo que se sabía hasta ahora. Arroja luz incluso sobre cómo prevenir esta patología que, como alertaba la OMS al principio de este año, sigue una trayectoria al alza.
Un equipo científico de EE UU ha logrado imitar los mecanismos naturales que regulan la expresión de genes, utilizando secuencias de ADN diseñadas con inteligencia artificial. Este avance promete superar uno de los mayores obstáculos en las terapias génicas: la activación precisa de genes sin afectar a otros tejidos.
Psiquiatras, psicólogos y pediatras advierten del gran incremento de los trastornos de ansiedad en niños y jóvenes. Detrás está un cambio drástico en la forma de vivir la infancia y la adolescencia influenciado por el uso de pantallas y plataformas como TikTok e Instagram.
Para tener un cerebro sano hay que hacer ejercicio. Los neurólogos recomiendan practicar 30 minutos durante 5 días a la semana para potenciar sus efectos, mejorar la memoria y el aprendizaje y disminuir el riesgo de deterioro cognitivo. Estos beneficios intelectuales se transmiten también a los hijos y nietos, según los últimos estudios.
El periodo vacacional ofrece un respiro a nuestra cabeza, que en la ciudad suele ser más vulnerable a la ansiedad y el estrés. En un entorno más relajado, sin obligaciones ni horarios, el cerebro pasa buena parte del tiempo trabajando en modo predeterminado, un estado muy saludable que le permite recuperarse y fomenta la creatividad. Y es una buena forma de desconectar del trabajo.
Ni la piel se acostumbra al sol, ni tomar betacarotenos evita usar fotoprotección. Exponerse al sol sin estas cremas envejece la piel, favorece la aparición de manchas y, lo que es peor, daña el ADN, con el riesgo de desarrollar cáncer incluso años después. Ojo, ni siquiera ellas evitan por completo el peligro.
Un equipo del MIT ha automatizado una tecnología para obtener imágenes en 3D de cada mitad del cerebro humano en poco más de cuatro días. Como si de un zoom se tratase, obtiene simultáneamente la visión de un hemisferio completo y ‘desciende’ hasta las estructuras más pequeñas de las neuronas, o incluso las sinapsis, siguiendo con precisión estas conexiones.