La Estación Espacial Internacional con el transbordador espacial Endeavour dado la vuelta y un vehículo automático de transferencia (ATV) abajo a la derecha.
Mónica Sevilla Fernández, estudiante de 4º de la ESO del I.E.S Fray Luis de Granada, ha hallado un asteroide no catalogado mientras participaba en el I Proyecto de Iniciación a la Investigación Astronómica en Secundaria (PIIAS), una iniciativa piloto en la que han participado setenta y siete alumnos de ESO y bachillerato de cuatro institutos de la provincia de Granada y que se ha realizado en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC).
Mónica Sevilla Fernández, estudiante de 4º de la ESO del I.E.S Fray Luis de Granada, ha hallado un asteroide no catalogado mientras participaba en el I Proyecto de Iniciación a la Investigación Astronómica en Secundaria (PIIAS), una iniciativa piloto en la que han participado setenta y siete alumnos de ESO y bachillerato de cuatro institutos de la provincia de Granada y que se ha realizado en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC).
El proyecto internacional ‘La Luna en tus manos’, del Observatori Astronòmic de la Universitat de València, acercará cada detalle del satélite a las personas ciegas. Con los datos cartográficos de la sonda Clementine de la NASA, se diseñará una esfera que reproduzca la superficie lunar con sus cráteres y mares más importantes.
Esta imagen de la supernova 1987A se tomó en 2009 y muestra los restos de la explosión (en el centro) y los discos circumestelares de gas.
Representación de la sonda Rosetta y de su módulo de aterrizaje.
Un estudio internacional, publicado en la revista Nature, revela que los rayos-X son la fuente de energía responsable del aumento del brillo observado en la supernova más cercana y brillante de la Vía Láctea, la SN 1987A, desde 2001.
La sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha entrado hoy en hibernación. Tras un ‘sueño’ de 31 meses, la nave despertará en 2014, año en el que está previsto llegue a su destino: el lejano cometa 67-P, a mil millones de kilómetros de la Tierra.
Antes y después de cuatro supernovas o explosiones estelares superluminosas de la clase recién descubierta. Foto: Caltech/Robert Quimby/Nature.