La Agencia Espacial Europea (ESA) desarrollará un nuevo sistema radar para mejorar la seguridad de las misiones espaciales. El radar detectará objetos en órbita terrestre que, como la basura espacial, puedan suponer un peligro para los satélites, y alertará a los operadores para tomar medidas preventivas. La iniciativa se enmarca dentro del programa de Conocimiento del Medio Espacial (Space Situational Awareness, SSA) de la ESA.
Un equipo de científicos, liderados desde el Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) ha comprobado que las bacterias del Río Tinto (Huelva) son capaces de sobrevivir bajo condiciones similares a las de Marte. La investigación, publicada en la revista Icarus, forma parte de los estudios preparatorios del viaje de la sonda Mars Science Laboratory, que en 2011 analizará la presencia de rastros de vida y habitabilidad en el Planeta Rojo.
La brillante estrella WR 22 y sus alrededores.
El asteroide potencialmente peligroso ‘(101955) 1999 RQ36’ tiene una probabilidad de uno entre mil de impactar contra la Tierra, y más de la mitad de esta probabilidad apunta a que podría ocurrir en el año 2182, según un estudio internacional en el que han participado investigadores españoles. Conocer este dato puede ayudar a diseñar con antelación mecanismos para desviar la trayectoria del asteroide.
Imágenes de asteoroides y cometas captadas por naves espaciales.
Los internautas pueden recorrer la superficie marciana.
Desde el año 2000, los cuatro satélites que componen la misión Clúster de la Agencia Espacial Europea (ESA) han permitido estudiar con un extraordinario nivel de detalle la invisible interacción entre el Sol y la Tierra. Un proyecto estratégico en la meteorología espacial que continuará dos años más.
Los cuatro satélites que componen la misión Clúster (Rumba, Samba, Salsa y Tango) vuelan en formación alrededor de la Tierra para generar una imagen tridimensional de la interacción del incesante ‘viento solar’.
Un grupo de científicos ha recibido esta semana de la Agencia Espacial Europea (ESA) los primeros datos de la misión CryoSat-2, que estudiará cómo el cambio climático afecta al hielo de nuestro planeta. Los investigadores seleccionados de todo el mundo ayudarán a partir de ahora a la calibración y el ajuste fino de los instrumentos embarcados en el satélite.