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Una investigación internacional en la que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto una técnica para grabar información que no requiere el uso de campos magnéticos. El mecanismose basa en un golpe de calor que altera el estado de equilibro de los componentes básicos del imán (espines) y funciona 100 veces más rápido que la grabación magnética tradicional.
La velocidad de los neutrinos que viajan desde el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN, en la frontera franco-suiza) hasta el laboratorio de Gran Sasso, en Italia, no superan la velocidad de la luz. Así lo confirman las nuevas medidas del experimento ICARUS del laboratorio italiano, por lo que cada vez toma más fuerza que los datos facilitados por el experimento OPERA en septiembre pasado presentan algún "artefacto de medición".
El calor que se disipa al borrar información siempre es mayor que el límite de Landauer. Imagen: Mixy Lorenzo.
Hace 50 años el físico Rolf Landauer, de IBM, predijo que cuando se elimina información, como hacemos habitualmente en un ordenador, se libera energía. Ahora, investigadores europeos lo han confirmado mediante un experimento con un bit de memoria, según publican en la revista 'Nature'. Los resultados demuestran la íntima relación entre la teoría de la información y la termodinámica.
Investigadores del experimento LHCb del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) han presentado en la conferencia anual de Moriond (Italia) resultados que ponen uno de los límites más restrictivos a la teoría aceptada por la comunidad científica de física de partículas, el llamado modelo estándar, para buscar nueva física. El experimento LHCb restringe la tasa de desintegración de los mesones Bs en dos muones en menos de 4,5 cada mil millones de desintegraciones. Un científico de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha sido el encargado de ofrecer los resultados.
El acelerador de partículas Tevatron (EEUU) ha observado indicios del escurridizo bosón de Higgs consistentes con los que ya había encontrado el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), pero con técnicas distintas. Las señales del Higgs se encuentran entre los 115 y 135 gigaelectronvoltios (GeV). Investigadores del Instituto de Física de Cantabria, la Universidad de Oviedo, el Instituto de Física de Altas Energías de Barcelona y el CIEMAT participan en estos análisis, presentados hoy en la conferencia anual de Moriond (Italia).
El trabajo de un investigador de la Universidad de Sevilla co-protagoniza uno de los viewpoints (puntos de vista) que destaca el último número de la revista Physics de la American Physical Society (APS). El estudia analiza la manipulación controlada de fases geométricas de espines (momentos de rotación de una partícula), lo que puede ayudar a mejorar el diseño de nanocircuitos.
La obra 'El enigma de la realidad. Las entidades de la física de Aristóteles a Einstein' analiza cómo han evolucionado los conceptos de masa, tiempo, espacio y vacío, que han sido debatidos desde todas las culturas y corrientes de pensamiento.
Uno de los detectores del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el LHCb, ha observado por primera vez la ruptura de la simetría entre materia y antimateria en la desintegración de la partícula conocida como mesón Bs. Hasta ahora solo se había observado este fenómeno en las desintegraciones de otro mesón, lo que supuso el Nobel de 2008 a Kobayashi y Maskawa. En el estudio han participado investigadores de las Universidades de Santiago de Compostela, Barcelona y Ramón Llull.