Antonio González Martín Jefe del Servicio de Oncología Médica del Centro Oncológico M. D. Anderson Internacional España y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) describe para SINC el tratamiento de los diferentes tipos de cáncer en España y resalta el papel de la prevención.
¿Cree que el estilo de vida es determinante para el riesgo de cáncer?
El estilo de vida mediterráneo de principios del siglo XX si era mejor que el estilo de vida más occidental. Pero hoy en día España es un país industrializado, y el ritmo de las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, no es muy distinto a Londres, París o Milán. Lo que no debemos perder es nuestra identidad en cuanto a hábitos alimentarios (muchas frutas, verduras o legumbres y poca carne).
¿Cuáles son las limitaciones para vencer esta enfermedad?
Una es el diagnóstico. Necesitamos que el paciente acuda al médico en cuanto tenga un síntoma sospechoso, es importante mentalizar a la población de esto. Otra de las limitaciones es el primer acceso al sistema sanitario. Aunque tenemos un sistema sanitario de gran eficiencia, hay que intentar reducir el tiempo desde que un paciente nota un síntoma y lo consulta hasta que recibe el diagnóstico. La tercera limitación es el tratamiento en sí: debemos aplicar a los pacientes el mejor tratamiento disponible adaptado a la situación de su enfermedad (multidisciplinario, coordinado y de fácil acceso).
¿Como valoras el tratamiento del cáncer en España?
España está en la vanguardia del cáncer en dos sentidos. Uno, en la investigación clínica, que está a un nivel superior al de la mayoría de países europeos, y es equiparable a EE UU. Dos, en España la mayoría de las innovaciones terapéuticas se han ido adaptando en los últimos tiempos. Quizá hay que pedir a las administraciones que esa adaptación sea más ágil, para que los pacientes reciban los nuevos tratamientos en el menor tiempo posible.
¿Cuál es el papel de la prevención en la incidencia de la enfermedad?
No sabría cuantificarlo, pero hay una máxima en oncología: un tumor en un estadío precoz cogido a tiempo tiene muchas más posibilidades de curarse. Todo lo que sean esfuerzos dirigidos al diagnóstico precoz serán esfuerzos que, al final, redundarán en un aumento de la probabilidad de curación de los pacientes.