Emilio Fernández Peña, director del Centro de Estudios Olímpicos UAB

“En Londres se retransmitirán los juegos olímpicos en 3D por primera vez”

El Centro de Estudios Olímpicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (CEO–UAB), además de documentar eventos deportivos, colabora desde su fundación (1989) con el Comité Olímpico Internacional en redes sociales, difusión, legado de los Juegos y el denominado Movimiento Olímpico. Emilio Fernández Peña, su director, nos explica la repercusión mediática de unos juegos como los de Londres.

Emilio Fernández Peña en una imagen cedida por él mismo.
Emilio Fernández Peña en una imagen cedida por él mismo.

¿Qué tienen los juegos olímpicos para que gusten tanto?

Son el gran fenómeno deportivo global. 4.700 millones de personas siguieron en algún momento las Olimpiadas de Pekín en 2008, un 70% de la población mundial. Los medios de comunicación convierten un evento local como este en un fenómeno mundial. La televisión construye la realidad de los juegos y transmite, junto a las imágenes del esfuerzo, de los récords y de la superación, un sistema de valores positivos: excelencia, respeto y amistad. Pero los medios son también intérpretes de esa realidad que construyen para las audiencias. No habría juegos olímpicos globales, ni tantas ciudades pujarían por organizarlos, si no fuese por esa gran capacidad que tienen los medios de construir realidades.

¿Las tecnologías también se lucen en los juegos?

Los Juegos son lugar de experimentación y puesta en práctica de nuevas tecnologías. En Barcelona se utilizó, por ejemplo, la fibra óptica para la transmisión de datos y se experimentó con la alta definición. En Londres se retransmitirán los juegos olímpicos en 3D por primera vez.

Los últimos JJOO celebrados Londres se bautizaron como los de la austeridad por la proximidad con la guerra. ¿Qué pasará en estos?

Resulta un poco difícil realizar un diagnóstico del calado de los Juegos antes de su celebración. Londres ha aprovechado para mejorar una parte de la ciudad que necesitaba de una profunda intervención de las autoridades públicas y, en algunos aspectos, todavía beben del modelo de organización instaurado por Barcelona en 1992, tal y como reconoció el Presidente del Comité Organizador, Sebastian Coe, en una reciente visita a Barcelona durante el Global Sport Forum. No serán unos Juegos de la austeridad, pero sí más modestos en inversión que los anteriores de Pekín, toda una exhibición de potencia económica por parte de las autoridades chinas.

Se cumplen 20 años de los Juegos de Barcelona 92. ¿Qué legado dejaron?

Ha habido un antes y un después de Barcelona. Nosotros lo analizamos en el corto y en el medio plazo a través de dos obras: Barcelona 92, The Keys of Success (1995) y 1992-2002 Barcelona: l’herència dels Jocs (2002). La ciudad no solo mejoró de forma extraordinaria sus infraestructuras, sino que los Juegos dejaron un número nada desdeñable de expertos internacionales de gran prestigio en el ámbito internacional que han asesorado en otros megaeventos en todo el mundo. Al mismo tiempo, Barcelona se ha convertido en un importantísimo destino turístico internacional –en la actualidad recibe 7 veces más visitantes que en 1991–, y en una ciudad atractiva para los negocios.

¿Cuál fue la clave del éxito?

Residió no solo en la organización, sino también en la continuidad del esfuerzo de expansión internacional, gracias a mejoras constantes como la celebración del Fórum de las Culturas en 2004 que transformó la fisonomía de una parte de la ciudad, y la organización de otros grandes eventos deportivos internacionales y ferias de nuevas tecnologías como el World Mobile Congress.

¿Y para la historia del olimpismo?

Fueron los primeros juegos realmente globales con participación de un número record de países, 169 en concreto. Tres años antes caía el muro de Berlín, con los cambios geoestratégicos y políticos que ello llevó consigo. Sudáfrica, que había tenido prohibido participar desde 1960, volvió en estos juegos después de que sus ciudadanos decidiesen democráticamente poner fin al régimen del apartheid. Además, Barcelona valorizó el papel de los voluntarios en la organización de los juegos –las siguientes ciudades organizadoras han seguido ese modelo– y estableció una financiación público y privado del evento que se ha repetido en otras ciudades organizadoras. Juan Antonio Samaranch, por entonces presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), dijo que habíamos asistido a los mejores juegos de la historia.

¿Qué investiga su centro, el CEO-UAB, en este sentido?

En el CEO-UAB se hizo la primera gran investigación internacional sobre el papel de la televisión en los juegos olímpicos, que culminó con la publicación en 1995 de la obra Television in the Olympics. Fue un proyecto internacional que ahondaba en el papel de la televisión en la creación del gran evento global que son los juegos y en el que se analizó la descodificación televisiva de los Juegos de Barcelona en 26 países. Además, colaboramos muy estrechamente con el Comité Olímpico Internacional.

¿Qué repercusión tienen sus estudios?

En el terreno de la difusión, el CEO-UAB es pionero y líder en su especialidad con presencia en internet desde el año 1996 a través de su Portal de Estudios Olímpicos y dirigiendo desde 1995 la Cátedra Internacional de Olimpismo, junto con el Comité Internacional Olímpico (CIO). Cada año se invita a un académico de prestigio internacional. También hemos organizado diversos simposios internacionales sobre el papel de la televisión, el voluntariado y la arquitectura olímpica, en colaboración con el Museo Olímpico del CIO. En el terreno de la documentación estamos gestionando los fondos de Barcelona 92 para reunirlos alrededor de una misma plataforma, Barcelona Olímpica, que verá la luz en las próximas semanas, y colaboramos en la catalogación de otros fondos documentales, los que Juan Antonio Samaranch ha legado a la Fundación Barcelona Olímpica.

¿Cuál es la filosofía del Movimiento Olímpico y de su esencia pacifista?

Pierre de Coubertin, con un congreso celebrado en 1894 en la Sorbona de París, instituyó el Movimiento Olímpico moderno, vinculado a corrientes filosóficas de la época, el universalismo y la modernidad tecnológica e industrial. Es un movimiento que nace en la universidad y es impulsado por intelectuales, que trata de hacer revivir y redefine los ideales clásicos de vinculación entre el cultivo de la mente y del cuerpo. En lo referente a la llamada tregua olímpica –que tenía ya lugar en los juegos olímpicos de la antigüedad en Olimpia (Grecia) desde el siglo VIII a. C.–, fue establecida en 1992 por Samaranch. La tregua olímpica cuenta desde 1993 con el apoyo de las Naciones Unidas. En este sentido, la Asamblea General, en su resolución 48/11 de 25 de octubre de 1993, instó a los estados miembros a que observaran la tregua olímpica. Este llamamiento fue reiterado en la declaración del milenio.

Fuente: SINC
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