Josep Maria Antó, director del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental

“La ciencia española estaba en el buen camino hasta que apareció la crisis económica”

Su centro fue uno de los 22 finalistas de la primera edición del programa Severo Ochoa, que premia la excelencia investigadora española. Josep Maria Antó Boqué, director del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), cree que hacen falta más recursos para seguir colaborando y compitiendo con los mejores del mundo.

“La ciencia española estaba en el buen camino hasta que apareció la crisis económica”
En la imagen, Josep Maria Antó Boqué en su despacho. Foto: CREAL.

¿Cuáles son los objetivos principales del CREAL?

Los planes de investigación del centro incluyen tres programas centrados en enfermedades u outcomes, respiratorio (asma, alergias, EPOC), cáncer y salud infantil; y otros tres programas centrados en factores de exposición, contaminación atmosférica y del agua y radiaciones. Sin embargo, la crisis económica actual ha limitado el desarrollo y la implantación de estos objetivos. Las claves a largo plazo son menos tangibles. Lo más importante es saber responder a los cambios del entorno, a los nuevos problemas de salud, incorporar nuevas metodologías, pero sobre todo, preservar y mejorar el entorno humano e intelectual del centro.

¿Por qué le gustaría que fuera conocido el centro?

Perseguimos descubrir efectos prevenibles de los riesgos ambientales sobre la salud y poderlos aplicar a las políticas. En este sentido, nos gustaría ser reconocidos por nuestros investigadores, no solo por su afán de realizar investigación de excelencia, sino también por su compromiso de trasladar los resultados a la sociedad. Nuestra apuesta es la de un centro pequeño que combina talento y trabajo en equipo y que logra estar entre los mejores del mundo en su ámbito.

¿Qué papel desempeña el CREAL en el estudio de los factores ambientales que afectan a la salud humana?

Nuestro rol es básicamente el de proporcionar evidencia científicamente sólida que sea útil para las políticas y las iniciativas de protección de la salud frente a los riesgos ambientales. Investigadores del centro están coordinando y participando en más de 20 consorcios internacionales –financiados principalmente por la Unión Europea–, estudios nacionales multicéntricos y también otros que abordan problemas locales.

¿Qué es para usted la excelencia en la investigación?

Es muy difícil definirla. Para explicar la excelencia en ciencia me atrae pensar en el laboratorio Cavendish en Cambridge (Reino Unido), que acumula unos 30 premios Nobel. Aunque en la actualidad la excelencia se ha convertido en una palabra común, creo que sigue siendo, al igual que hace 2.500 años en las obras de Homero, la virtud de alcanzar el límite positivo de las capacidades humanas. Me inclino a pensar que la aspiración a la excelencia junto con la capacidad de sorprenderse son los motores del arte y la ciencia.

"La aspiración a la excelencia junto con la capacidad de sorprenderse son los motores del arte y la ciencia"

¿Qué investigación de excelencia se realiza en su centro?

Creo que los investigadores del CREAL nos vemos un peldaño por detrás de la excelencia pero, en cada nuevo proyecto, experimentamos esa tensión de partir de lo que han hecho los mejores e intentar ir más allá. Ahí está la aspiración a la excelencia. Obviamente eso debe traducirse en hechos tangibles: proyectos que obtienen financiación en las convocatorias más competitivas, trabajos publicados en las mejores revistas, hallazgos que mejoran nuestra capacidad de resolver problemas sociales importantes.

¿Qué cree que le hace falta a la investigación española para consolidarse en el panorama internacional?

La ciencia española estaba en el buen camino hasta que apareció la crisis económica y social en la que estamos inmersos. Ahora las cosas están siendo mucho más difíciles y las diferencias norte-sur en Europa van a agrandarse nuevamente. España ha perdido la oportunidad de blindar la investigación y la innovación como puntas de lanza de un nuevo modelo económico y social y los recortes actuales están ya haciendo mella. Aunque disponemos de entusiasmo y convicción en nuestras capacidades, hacen falta más recursos para seguir colaborando y compitiendo con los mejores del mundo.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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