Al repasar la carrera musical de Iván Ferreiro (Nigrán, 1970) sorprende la cantidad de alusiones que hace a la ciencia. No hay más que abrir el libreto de su último disco para hallar el número áureo, el dibujo de un pez pulmonado, útiles neandertales, la conjetura de Goldbach o un retrato de Thomas Edison. Le fascina la historia de Asimov: “Era un hombre al que le interesaba todo”, y añade, con retranca, que en sus días libres viaja a la ionosfera para hospedarse en el hotel ‘Aurora’.
Iván Ferreiro escribe en la carátula del disco Valmiñor – Madrid. Historia y cronología del mundo sobre algunos de los temas científicos que más le intrigan, como la teoría del Big Bang o la existencia del bosón de Higgs. También hace un repaso a su visión particular del universo, que comienza el 20 de febrero de 1973: “Yo aún no había cumplido tres años y el orden fue el siguiente: primero apareció mi madre, que estaba delante de mí dándome jamón york. Después se creó la cocina y finalmente el mundo”.
¿Recuerda cuándo fue la primera vez que mostró interés por la ciencia?
Fueron las historias de fantasía las que me hicieron preguntarme por el universo y por cómo funciona el mundo. Igual no tiene mucho que ver, pero desde que vi por primera vez Star War me interesé por ciertas cosas. Además, en el colegio y después en el instituto estudiaba ciencias puras. En la universidad empecé Matemáticas porque es algo que me gusta desde siempre.
La ciencia ficción es la toma de contacto inicial, entonces, más que la propia escuela...
Creo que es porque, de alguna forma, el hecho de que existieran películas de ciencia ficción, donde se podían ver cosas que no están en tu ciudad o que no existen, te daba ideas sobre el futuro. Estábamos en los años 70 y el 2000 era como la meta. Todo lo que veía en las películas solo sucedía por medio de la ciencia.
¿Sacaba buenas notas en las materias científicas?
Sí, solucioné mi vida en el instituto gracias a las matemáticas, la física y la química. Además, personalmente siento que el mundo de las letras se repite continuamente, que los grandes problemas del ser humano ya están hablados desde los griegos y los romanos. Sin embargo, cuando la ciencia nos plantea algo nuevo, hace que esas cuestiones cambien. Ahora hay más filosofía a partir de lo que nos ofrece la ciencia que desde las humanidades. Pero también es un poco absurdo separar letras y ciencias, porque son los científicos los que nos van a contar las grandes poesías del futuro, de alguna manera.
¿Le resulta cercano el mundo de la investigación?
De mis dos mejores amigos, uno es biólogo y se dedica a la investigación; y el otro trabaja en la Agencia Espacial Europea. Sin ir más lejos, en mi banda está Pablo Novoa, uno de los mejores músicos de este país, que estudió la carrera de Químicas. Realmente, a todos los de la banda nos interesa. Aunque suene un poco absurdo, a veces, cuando acabamos de tocar nos reunimos en el hotel con unas cervezas y acabamos hablando de ciencia. Pablo es el que nos explica cómo funcionan los átomos y los electrones [risas]. Cuando tenemos alguna duda se la preguntamos a él, que nos dice “déjame que lo vea”, y se lo estudia durante una semana para explicárnoslo luego con palabras que entendamos.
Se declara ‘tesliano’ –en referencia a Nikola Tesla– porque “él nunca electrocutaría a un elefante” como sí hizo Thomas Edison. ¿Qué es lo que admira de él?
Esto viene de mi hermano Amaro, que está obsesionado con Tesla. A los dos nos ha gustado siempre la historia de los científicos y pensadores que no son muy reconocidos y que fueron los que lo inventaron todo. El caso de Tesla es el ejemplo claro de cómo la economía aplasta a alguien que solo quiere ayudar. Si te digo la verdad, lo que somos Amaro y yo es enemigos de Edison directamente [risas]. Somos del club para quitarle prestigio y dárselo a Tesla, que es quien trabajó para la humanidad mucho más que Edison, que trabajó para su bolsillo.
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¿Le pasa algo parecido con el escritor de ciencia-ficción Isaac Asimov?
En el caso de Asimov me gusta mucho porque era un historiador increíble del futuro. La saga de La Fundación tiene en cuenta todo lo que la ciencia puede llegar a descubrir y ofrecernos. Refleja los dominios en los que podríamos movernos.
Tanto es así que el título de su último disco Valmiñor – Madrid. Historia y cronología del mundo tiene mucho de Asimov. Además, una de las canciones lleva por título Bosón de Higgs. ¿La ciencia le inspira a componer o son guiños a cuestiones que le interesan?
Nos olvidamos de que la ciencia tiene más poesía que la vida en sí misma. Está bien ver las estrellas y pensar que son los dioses o los antepasados que nos vigilan, pero a mí me parece mucho más romántico saber que son bolas gigantescas de gas incandescente que si me acercaran lo más mínimo me dejarían desintegrado; o que esa lucecita que veo es un precioso planeta pero lleno de gases letales.
También le dedica un tema al síndrome de Munchausen en Confesiones de un artista de mierda y le canta a los números en Mentiroso, mentiroso...
No soy el primero en hablar de los números en las canciones y pensar que todos somos números primos, que solo nos dividimos por uno o por nosotros mismos. La conjetura de Goldbach dice que todo número par es la suma de dos números primos, y yo eso lo veo de una forma más poética y pienso en las personas, que cuando estamos solos somos números primos y cuando nos sumamos con otro nos convertimos en un número par. Creo que es bonito y poético a la vez. De alguna manera, esa temática de las letras la he heredado de Antonio Vega.
¿De qué forma?
Tenía mucho que ver con las tangencias, los números y el infinito. Si te fijas en sus letras tenía referencias a las paralelas y a los números que no llegan a ninguna parte.
Un misterio de la ciencia que le gustaría que resolvieran.
Egoístamente les tiraría de las orejas a los científicos por no resolver nada sobre el teletransporte. Sé que no lo van a conseguir, ya lo asumo [risas]. Y aparte de todas las cuestiones que puedan mejorar la vida de los seres humanos, una nave que volase más rápido que la velocidad de la luz. ¡Quiero llegar a ver un maldito motor de esos que llegan a Alfa Centauri en dos semanas!
¿Un sitio para informarse de temas científicos?
Voy tirando un poco de lo que sigo en Twitter. Desde agencias y secciones de ciencia, a gente que tuitea sobre estos temas. Mi hermano es el que está ojo avizor, pero en el fondo somos una pandilla que retuitea para que nos enteremos los demás. También es cierto que a veces tuiteamos cosas que nos interesan, pero de las que no nos enteramos de nada [risas].
Una película que hable sobre ciencia.
Una de mis preferidas es 12 monos de Terry Guilliam. Por los viajes en el tiempo y esa incapacidad del ser humano de creer la verdad, o el hecho de pensar que la raza humana puede extinguirse por culpa de un virus. También me viene a la mente ahora mismo la serie Utopía, que va precisamente de eso, de la extinción de los seres humanos. Y otra gran película de ciencia ficción es ¡Olvídate de mí! en la que le borran los recuerdos a Jim Carrey.
Escoja: adónde vamos o de dónde venimos.
Me gusta tanto el futuro como el pasado. Me intriga la prehistoria y me apasiona. El tema de las civilizaciones perdidas, los misterios de las pirámides, todo ese mundo. Cada descubrimiento que hacen de estos temas me divierte, me emociona y lo disfruto. Si hay algo que personalmente me da rabia de morir es no llegar a conocer ciertas respuestas. No soy creyente, pero si hubiera un cielo tendría que ser un lugar donde te dejen ver cómo era el mundo antiguo, cómo se descubre el fuego y la rueda, cómo se montan las ciudades. Me encantaría ver la Tierra recién formada, llena de fuego y lava. Sería mi mayor ilusión.
El último libro relacionado con estos temas que haya leído.
La nave de un millón de años, de Paul Anderson, que es una historia de fantasía sobre seres inmortales que precisamente van pasando por muchas épocas hasta llegar a un futuro que él se inventa. Creo que todo está muy relacionado.
Un plan ‘B’ si no se hubiera dedicado a la música.
Me hubiera gustado dedicarme a la ciencia. No sé si al mundo de la biología o a la astrofísica. Lo segundo me hubiera interesado más supongo. Pero creo que no hubiera sido muy buen científico, tengo demasiada imaginación y si no obtienes el resultado que buscas… Siendo músico siempre llego al que yo quiero [risas].
El entusiasmo que transmite Ferreiro al charlar sobre los campos de la investigación científica que le importan deja entrever lo que le apasionan estos temas. Ahora que prepara nuevo disco, habrá que ver sobre qué versarán sus letras...