Álvaro Valera nació con una atrofia espinal distal de carácter neurológico. Pero eso no le impide practicar tenis de mesa desde que era un niño. Hoy comienzan los Juegos Paraolímpicos en Londres, donde representa a la selección española en la categoría seis de ese deporte.
Hoy empiezan en la capital del Reino Unido las paralimpiadas. ¿Cómo es el ambiente allí?
La relación es muy buena con el resto de atletas. Es más, en la selección española nos conocemos todos, somos como una familia. Este año hay muchas expectativas de ganar medallas para España en deportes como natación, atletismo, ciclismo, tenis de mesa...
Se esperan grandes cosas de usted en Londres…
Voy con buenas sensaciones, soy número uno del mundo, he ganado todos los torneos que he jugado y hay expectativas, claro. Además, en los juegos de Sídney (Australia) gané una medalla de oro y en Pekín (China) una de bronce. Pero luego una vez allí hay que tener un poco de suerte y que las cosas se den bien. Aunque voy muy animado, que es importante.
Compite en la modalidad paraolímpica y la absoluta, contra gente que no tiene ninguna limitación física. ¿Esto es habitual?
El tenis de mesa es uno de los pocos deportes que permite esta dualidad, y eso si tienes muy buen nivel, claro. Evidentemente llega un punto en el que el físico es determinante, pero a ciertos niveles es posible suplirlo con otros recursos como la técnica. Aun así teniendo mucha desventaja se puede competir sin problemas con gente que no tiene limitaciones físicas.
Este año ha cambiado la categoría en la que compite.
Sí, en los juegos paralímpicos se establecen unos baremos para equiparar la capacidad de cada atleta. Hay una serie de categorías para que se juegue en igualdad de condiciones. En concreto, las competiciones paralímpicas de tenis de mesa incluyen dos modalidades: en silla de ruedas (categorías 1-5) y de pie (categorías 6-10), siendo la 1 la más grave y la 10 la que representa una menor discapacidad. Empecé en la categoría 8 y ahora estoy en la 6.
Así que su enfermedad ha empeorado…
Aunque no tengo un diagnóstico preciso porque hasta a los médicos les cuesta afinar, desde los cuatro años sufro una atrofia espinal distal de carácter neurológico. Con el tiempo ha ido evolucionando, poco a poco he ido perdiendo fuerza en la musculatura.
¿Cuáles son sus expectativas deportivas para el futuro?
Esta es la cuarta olimpiada que voy a jugar. Mi intención, si todo va bien, es poder continuar por lo menos un par de ciclos más. Un buen momento para terminar sería en la Olimpiada de 2020 que, si todo va bien, probablemente sea en Madrid. Al menos eso espero…
Historia de los juegos paralímpicos
Durante los juegos olímpicos de 1948, el neurocirujano inglés Ludwig Guttman propuso una serie de competiciones para los hombres discapacitados que habían sido heridos en la Segunda Guerra Mundial e iban en silla de ruedas.
Así fue como nacieron los juegos paralímpicos, una competición para atletas con ciertos tipos de discapacidades físicas, mentales o sensoriales, como discapacidades motoras, amputaciones, ceguera y parálisis cerebral.
Las primeras paralimpiadas oficiales se desarrollaron en las mismas instalaciones y sedes que los Juegos Olímpicos de 1960 en Roma y contaron con la participación de más de 400 deportistas en silla de ruedas, procedentes de 23 países.
En Londres 2012, que se celebrará del 29 de agosto al 9 de septiembre, se competirá en 20 disciplinas deportivas, con 503 pruebas, 160 países participantes, 4.200 deportistas y se pondrán en juego más de 500 medallas de oro. En esta ocasión, a los atletas ciegos y deficientes visuales, con discapacidad física y con parálisis cerebral se unirán los deportistas con discapacidad intelectual.
En representación de España acudirán 142 deportistas, de los que 127 tienen alguna discapacidad y el resto, 15, son deportistas de apoyo (guías de atletismo, pilotos de ciclismo, etc). La delegación la componen 82 representantes más entre médicos, mecánicos, fisioterapeutas y personal de oficina.
España consiguió en los pasados Juegos Paralímpicos de Pekín 2008 un total de 58 medallas.
Más de 40 artículos en las distintas revistas del grupo Nature presentan hoy los resultados parciales del ambicioso proyecto de mapear los 37 200 millones de estas unidades fundamentales de la vida. Una tarea compleja que requiere combinar técnicas de genómica e inteligencia artificial para estudiar con gran resolución las firmas moleculares de un amplio abanico de células, como las que forman la placenta.
La relación entre la contaminación del aire y el aumento del riesgo de desarrollar esta patología y otras demencias no es nueva. Un nuevo trabajo pretende revelar por qué las partículas finas (PM2.5) han sido vinculadas con cambios negativos en la salud cerebral.
