El diseño innovador de dos dispositivos industriales permitirá fabricar alambre sin contaminar y con un gran ahorro energético.
Uno de los grandes problemas con que se encuentran las empresas fabricantes de alambre es el sistema de recubrimiento de cinc o galvanizado. El acero a partir del cual se origina el alambre se tiene que enfriar de 900 ºC a 500 ºC en pocos segundos, y se le tiene que aplicar una capa de cinc a 450 ºC para protegerlo de la oxidación.
El producto sale a gran velocidad del gran cubo en el que se sumerge en cinc fundido. Esto ocasiona que arrastre una gran cantidad de este material, lo que no permite conseguir la máxima finura en el producto final. Para eliminar el exceso de cinc, actualmente se utilizan soplantes que son poco eficaces, tienen un coste elevado de energía y desperdician mucho cinc.
Después de calidad
El profesor Saturnino-Luis Virto, de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Industrial y Aeronáutica de Terrassa de la UPC, ha diseñado una tobera o conducto tubular subsónico que dispone de una cámara generadora de torbellino de nitrógeno. Cuando el nitrógeno llega al obturador de la cámara de la tobera, éste se transforma en un remolino helicoidal regulable que rodea el cinc fundido a lo largo del alambre. “De este modo, la fuerza del nitrógeno arrastra el cinc sobrante y se consigue un alambre que tiene una gran finura y mucha calidad”, explica Virto. La tobera ha sido patentada por la empresa Automat Industrial S. L.
Virto, que aunque está jubilado continúa dando marcha a su espíritu innovador, también ha diseñado, para la misma empresa catalana, otra tobera subsónica que barre el exceso de líquido y proyecta sobre el alambre una intensa corriente de gas o aire a una velocidad regulable. El chorro de aire o de gas incide sobre la superficie del alambre y barre totalmente la capa de líquido sobrante.
Además, el profesor Virto ha ingeniado un sistema equivalente pero con una tobera supersónica, es decir, que inyecta chorros de aire o nitrógeno en el producto que sale de la galvanización a una velocidad mayor que la del sonido. Estas innovaciones han contribuido a reducir significativamente el consumo energético del proceso de fabricación del alambre mediante una tecnología no contaminante", concluye el profesor.