Un estudio con gemelos monocigóticos relaciona la lectura precoz con mejores capacidades intelectuales para el razonamiento. Los resultados pueden tener implicaciones en el proceso educativo.
Una investigación realizada en gemelos idénticos por científicos de la Universidad de Edimburgo y el King College de Londres (Reino Unido) revela que aprender a leer de manera temprana puede incidir positivamente en el desarrollo futuro de otras habilidades intelectuales.
El estudio, publicado esta semana en la revista Child Development, proporciona una respuesta parcial a la cuestión de por qué los niños de una misma familia obtienen resultados muy distintos en las pruebas de inteligencia, a pesar de tener muchos factores en común.
De la misma manera, para los expertos podría ser crucial en la mejora del desarrollo intelectual de los más pequeños, lo que supone claras implicaciones para los educadores.
“La rápida solución de las dificultades en la lectura podría ayudar no solo al crecimiento de la alfabetización, sino también a las habilidades cognitivas más generales, de gran importancia durante toda la vida”, comenta Stuart J. Ritchie, investigador en la institución escocesa y líder del estudio.
Las investigaciones previas sobre qué causa la diferencia de inteligencia demostraron que tanto la genética como el entorno tienen un papel clave. Pero los mecanismos ambientales específicos que intervienen permanecen confusos.
Así, este estudio analiza los efectos de una influencia ambiental potencial, es decir, de aprender a leer en la infancia. Mediante el ensayo realizado con gemelos monocigóticos, los investigadores comprobaron si el hermano con mejores habilidades de lectura, adquiridas por razones puramente ambientales, también mostraban ventajas intelectuales adicionales.
Los científicos analizaron a 1.890 gemelos idénticos que fueron parte del Twins Early Development Study, un estudio a largo plazo realizado en Reino Unido cuyos participantes eran representativos de la población en general. Se examinaron las puntuaciones de las cinco pruebas de lectura e inteligencia realizadas cuando los gemelos tenían 7, 9, 10, 12 y 16 años.
Como cada par de gemelos idénticos comparten todos los genes, así como el ambiente del hogar –estatus socioeconómico, nivel educativo y progenitores–, los autores sugieren que las diferencias entre ellos tienen que deberse a las experiencias que los hermanos no comparten, como por ejemplo un profesor particularmente efectivo o un grupo de amigos que le alentaron a la lectura.
Leer fomenta competencias no verbales
Los resultados mostraron que las desigualdades en el aprendizaje en la lectura entre los gemelos están vinculadas a las diferencias posteriores en la inteligencia. Leer no solo se asocia con el desarrollo de la inteligencia verbal –aumento del vocabulario–, sino que también se relaciona con capacidades no verbales –destreza de razonamiento–.
Las diferencias en la lectura que estaban relacionadas con las variaciones intelectuales futuras estaban presentes a los 7 años, lo que indica que aprender a leer enseguida tiene consecuencias en el desarrollo intelectual.
“Lo más interesante es que hemos demostrado cómo las desigualdades en la destreza lectora también pueden traducirse en diferencias en las habilidades no verbales”, explica el investigador a Sinc. “Estas se midieron mediante tareas como la terminación de rompecabezas, lo que implica el uso de pensamiento abstracto”.
“Sí, leer influye en la inteligencia. Los niños que no reciben ayuda suficiente para aprender también pueden ver limitadas competencias intelectuales que van más allá de la alfabetización”, concluye Ritchie.
Referencia bibliográfica:
Stuart J. Ritchie, Timothy C. Bates, Robert Plomin “Does Learning to Read Improve Intelligence? A Longitudinal Multivariate Analysis in Identical Twins From Age 7 to 16” Child Development (24 de Julio de 2014).